Saturday, February 9, 2013

Voy a casa...



Sencillamente con cuatro letras lo nombramos,
en el cicatrizo las heridas.
Es una roca, un altar, un refugio
donde siempre eres bienvenido.
Una cacatúa de multicolores, doblemente generosa.
Una habitación que se encuentra en lo alto,
una mansión en la colina.

Sus memorias siempre están a mi lado
cuando solitaria me encuentro.
Después de prolongados escapes
finalmente regreso.

Allí se encuentra el corazón.
Cuando roto está,
perdido en marañas de llanos y avatares de la vida
busco el camino de regreso
al lugar que pertenezco.

Si la lucha me destroza
emprendo el viaje de retorno.
Un arco iris, mar y cielo azul, sol resplandeciente,
brisa de vida, brazos de los míos

abiertos me esperan.

Estoy llendo a casa...